Monday, December 27, 2010

Mover al mundo

"No molestes mis círculos" ("μή μου τούς κύκλους τάραττε") son las últimas palabras atribuidas al (quizá) más grande matemático, inventor, físico, astrónomo e ingeniero que la humanidad haya visto: Arquímedes deSiracusa. 

     Esta frase dice mucho más de lo aparente cuando se analza bien. Para ello pongamos el contexto: Durante la Segunda Guerra Púnica (conflicto entre Cartago y Roma), Siracusa fue tomada y un soldado romano llegó a donde Arquímedes. Este estaba, según el biógrafo e historiador Plutarco, trabajando en sus cuestiones matemáticas, aparentemente un diagrama que involucraba círculos. El soldado furioso aniquiló a Arquímedes.

     Lo asombroso de esta anécdota es el compromiso que Arquímedes tenía con su trabajo. Esa pasión por lo que hacía lo llevó no solo a descubrir e inventar decenas de maravillas, sino que también dejó un ejemplo post mortem de entrega y dedicación que hoy en día se ve en un puñado de personas. Digo esto ya que en estos tiempos parece más fácil, atractivo y conveniente caminar por el camino fácil: un camino en el que solo se tenga que (a lo mucho) aprender lo necesario para poder vivir, o en su defecto, actuar deshonestamente para lograr objetivos. Y no es de asombrarse, ya que en la sociedad mexicana parece que el que menos estudia, el que menos trabaja, el que más mal se porta se lleva los laureles (y el dinero), mientras que el que de verdad se prepara tiene que -literalmente- huir para poder desarrollarse plenamente. 

     El origen de esta actitud corrupta se puede rastrear hasta sus raíces: la educación en la familia. Si los niños carecen de una serie de valores (otorgados única y exclusivamente en la institución familiar) que les den una base sólida para conducirse por la vida, no se puede esperar que de adultos sean  productivos. Una ética (ciudadana , ecológica, humana, et cetera), con una educación académica completa casi garantizan que la sociedad (sea la que sea) avance. La formación ética y la formación académica son el punto de apoyo que el mundo necesita. Sin ellas no hay movimiento; ya lo dijo Arquímedes:

"Dame un punto de apoyo y moveré al mundo"
"δῶς μοι πᾶ στῶ καὶ τὰν γᾶν κινάσω"